Frutas y verduras frescas: Cómo seleccionarlas y servirlas de forma segura
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Mira un vídeo sobre la manipulación segura de los jugos crudos, frescos, frutas y hortalizas
Cuando se disponga a disfrutar de algún producto agrícola fresco, siga estos consejos de manipulación segura que le ayudarán a protegerse a usted mismo y a su familia.
Las frutas y las verduras juegan un papel importante en una dieta saludable. Los mercados locales le ofrecen una amplia variedad de frutas y verduras frescas y nutritivas. Sin embargo, podría haber bacterias dañinas en la tierra o en el agua donde crecen estos productos agrícolas que entrasen en contacto con ellos y los contaminasen. Las frutas y verduras frescas también pueden contaminarse después de haber sido cosechadas, como por ejemplo durante su almacenamiento o preparación.
Además, como cualquier producto agrícola fresco que se consume crudo o ligeramente cocido, los brotes (como la alfalfa o el frijol mungo) consumidos crudos o ligeramente cocidos pueden contener bacterias que ocasionen enfermedades transmitidas por alimentos. A diferencia de otros productos agrícolas frescos, los brotes se cultivan a partir de semillas y frijoles en condiciones cálidas y húmedas. Estas condiciones también son ideales para el crecimiento de bacterias, como Salmonella, Listeria y E. coli. Si solo hay unas pocas bacterias dañinas en el interior o en la superficie de la semilla, dichas bacterias pueden crecer a niveles elevados durante la germinación, incluso si cultiva en casa sus propios brotes en condiciones sanitarias adecuadas.
Consumir frutas o verduras contaminadas puede provocar enfermedad alimentaria, también llamada “intoxicación alimentaria”. Las recientes regulaciones sobre productos agrícolas de la Administración de Alimentos y Medicamentos ayudan a reducir el riesgo de contaminación causante de enfermedades, pero no lo eliminan por completo. Por lo tanto, cuando se disponga a disfrutar de algún producto agrícola fresco, siga estos consejos de manipulación segura que le ayudarán a protegerse a usted mismo y a su familia.
Compre correctamente
Puede contribuir a la seguridad de los productos agrícolas que consume: use la cabeza cuando haga la compra.
- Compre frutas y verduras que no estén magulladas ni dañadas.
- Cuando compre frutas o verduras previamente cortadas, como la mitad de una sandía o una bolsa de ensalada verde, escoja solamente aquellos productos que estén refrigerados o rodeados de hielo.
- Ponga las frutas y verduras frescas en bolsas separadas de la carne cruda, las aves, y los pescados y mariscos cuando las empaque para llevarlas del mercado a casa.
Almacene adecuadamente
El almacenamiento adecuado de las frutas y verduras frescas puede afectar su calidad y seguridad.
- Almacene las frutas y verduras frescas perecederas (fresas, lechugas, hierbas, hongos...) en un refrigerador limpio, a una temperatura de 40°F o menor.
- ¡Compruébela con un termómetro para refrigeradores! Si no está seguro de si un artículo se debe refrigerar para mantener su calidad, pregúntele al tendero.
- Refrigere todas las frutas y verduras que compró previamente cortadas o envasadas.
Separe por seguridad
Mantenga las frutas y verduras que consumirá en crudo separadas de la carne, aves, y pescados y mariscos crudos, así como de los utensilios de cocina que utilice para estos productos.
- Lave las tablas de cortar, los platos, los utensilios de cocina y las encimeras con agua caliente y jabón entre la preparación de carne, aves, o pescados y mariscos crudos, y la preparación de frutas y verduras que no se cocinarán.
- Use, si es posible, una tabla de cortar para las frutas y verduras frescas, y otra diferente para la carne, las aves, y los pescados y mariscos crudos.
- Si usa tablas de cortar plásticas o no porosas, páselas por el lavaplatos después de usarlas.
Prepare de manera segura
Cuando prepare frutas y verduras frescas, tenga las manos limpias. Lávese las manos con agua templada y jabón durante al menos 20 segundos, antes y después de la preparación.
- Corte las partes dañadas o magulladas de las frutas y verduras frescas antes de cocinarlas o comerlas. Bote cualquier producto que se vea podrido.
- Lave bien todos los productos con agua corriente antes de prepararlos o comerlos, incluidos los productos cultivados en casa o comprados en una tienda de comestibles o mercado agrícola.
- El lavado puede reducir las bacterias que puedan estar presentes, pero no las eliminará.
- No es recomendable lavar las frutas y verduras con jabón, detergente o productos comerciales destinados a su lavado. El producto es poroso. El jabón y los detergentes domésticos pueden ser absorbidos por frutas y verduras, a pesar de enjuagarlos bien, y pueden enfermarlo. Además, se desconoce la seguridad de los residuos de lavados de productos comerciales y no se ha probado su eficacia.
- Aun cuando planee pelar las frutas o verduras, es importante lavarlas primero para que la suciedad y las bacterias no se transfieran desde la superficie al pelar o cortar los productos.
- Frote las verduras y frutas más duras, como los melones y los pepinos, con un cepillo para frutas y verduras limpio.
- Después de lavarlos, seque los productos con un paño limpio o una toalla de papel para reducir aún más la existencia de bacterias que puedan estar en la superficie.
- Cocinar los productos agrícolas elimina por completo las bacterias dañinas y reduce el riesgo de enfermedades.
¿Qué sucede con las frutas y verduras previamente lavadas?
Muchas frutas y verduras ya cortadas, embolsadas o envasadas, se lavan previamente y se venden listas para su consumo. De ser así, se señalará en el envase y usted podrá usar el producto sin tener que lavarlo.
Si decide lavar un producto marcado como “prelavado” o “listo para comer”, asegúrese de que no entre en contacto con superficies o utensilios sucios, para así evitar la contaminación cruzada.
Sobre la intoxicación alimentaria
Conozca los síntomas
La ingesta de bacterias peligrosas transmitidas por los alimentos normalmente causa malestar entre 1 y 3 días después de consumir los alimentos contaminados. Sin embargo, el malestar puede también surgir en 20 minutos o hasta 6 semanas después. Aunque la mayoría de la gente se recupera de una intoxicación alimentaria en poco tiempo, algunas personas pueden desarrollar problemas de salud crónicos, severos o que incluso pongan su vida en riesgo.
Para obtener más información sobre los consejos de seguridad alimentaria de la FDA para poblaciones vulnerables, consulte lo siguiente:
- Seguridad alimentaria para futuras mamás
- Seguridad Alimentaria para Adultos Mayores y Personas con Cáncer, Diabetes, VIH/SIDA, Trasplante de Órganos y Enfermedades Autoinmunes.
Las personas que son más vulnerables a las enfermedades transmitidas por los alimentos (como se identificó anteriormente) deben evitar comer brotes crudos o ligeramente cocidos de cualquier tipo (incluidos los brotes de cebolla, alfalfa, trébol, rábano y frijol mungo).
La intoxicación alimentaria se confunde a veces con otras enfermedades con síntomas simi- lares. Los síntomas de la intoxicación alimentaria pueden incluir:
- Vómitos, diarrea y dolor abdominal
- Síntomas parecidos a los de la gripe como fiebre, dolor de cabeza y dolor corporal
Reaccione
Si cree que usted o algún miembro de su familia sufre una intoxicación alimentaria, llame a su proveedor de servicios de salud inmediatamente. Visitar www.fda.gov/fcic para recibir asistencia adicional para el consumidor y la industria.
Para obtener más información sobre la prevención de las enfermedades transmitidas por alimen- tos, consulte Manipulación segura de los alimentos: cuatro sencillos pasos en Manipulacion segura de los alimentos: Lo que usted debe saber.
Manipulación segura de los alimentos: cuatro pasos simples
un vídeo
VIGILANCIA El manejo seguro de productos frescos crudos, y jugos recién exprimidos de frutas y verduras